El Arte De La Guerra

 “El Príncipe”

“El Príncipe” es un considerado un estándar de la literatura universal, y por más de quinientos años ha asombrado, influenciado e instruido a lectores de todo tipo, en todas partes del mundo, sean hombres o mujeres, empresarios, políticos, estudiantes o médicos. Este libro impactará a quien lo lea  por igual, ya que una virtud de “El Príncipe”, escrito por el ahora icónico autor italiano Nicolás Maquiavelo,  es que nos habla sobre los elementos más esenciales de la naturaleza humana y su reflejo social, y cómo cualquier ser humano aunque la figura central se enfoca en un “príncipe”, es decir, alguien que tiene un mayor poder e influencia social inherente) (puede aprender el arte de gobernar con excelencia.

Así, pues la novela va dirigida del autor a un príncipe cuyo nombre no aparece en ninguna parte del libro, pero que al parecer se trata de. Para Maquiavelo, este libro resulta el mejor de los regalos que se le puede hacer a un príncipe, ya que es una amplia guía que proporciona útiles sobre como gobernar de la mejor manera.  

Un aspecto que es importante destacar es que el autor aconseja obrar de manera calculadora y fría, es decir, no se basa en aspectos morales u éticos, ni pretende que los príncipes se conviertan en seres virtuosos y honrados. Para Maquiavelo “el fin justifica los medios”, es decir, se puede obrar con malicia y mezquindad, si el resultado le representa a la persona un beneficio

El libro se encuentra dividido en veintiséis capítulos, de los cuáles los primeros tratan sobre los principados y sus características. Maquiavelo menciona tres tipos de principado:

• Hereditario: En la cuál es fácil obtener la aprobación y veneración del pueblo, ya que es percibido como auténtico.
• Nuevo: Ofender a su pueblo con tropas o procedimiento modernos.
• Mixto: Algunos se arman contra sus gobernadores ya que creen que pueden tener mejor suerte.

Además, Maquiavelo hace énfasis en que cualquier príncipe nuevo, que ocupa un territorio,  necesita el favor al menos de una parte de sus nuevos súbditos, y que se debe extinguir el reinado del príncipe anterior, pero no modificar sus leyes o impuestos anteriores de manera drástica.

Otra recomendación que hace es que los príncipes deben ir residiendo en los territorios de sus gobernados, para ser temidos u amados. Dice que tener colonias es útiles, no cuestan, y que si hay que actuar contra algún opositor, entonces  las ofensas a los hombres deben ser tan grandes que los inhabiliten para que no se venguen, es decir, se debe impedir que los príncipes más débiles tengan mucha autoridad.

Ejemplo: Alejandro Magno.

 Más tarde, Maquiavelo menciona la importancia que tiene para un príncipe el contar con los ayudantes adecuados.  Así pues, menciona que se puede tener ayudantes humildes o barones de alcurnia,  en el primer caso no se corre peligro, ya  hay nadie que se reconozca como igual o superior a él, en el otro hay que tener tacto y ser complaciente. Sin embargo, hay que tener más precaución con los ayudantes humildes, ya que los criados son difíciles de corromper, los barones no.

Más adelante en el libro, Maquiavelo menciona que también es posible establecer diferentes categorías de príncipes, entre las cuáles se encuentran los siguientes:

• Príncipes por valor propio: Suelen ser fuertes y venerados. Como ejemplos están Moisés, Ciro, Rómulo, Teseo
• Príncipes por corrupción: No duran mucho y no hay ese talento superior para gobernar.          Príncipes que llegan a través de actos crueles y despiadados: Esto no genera honor.

Pero sea cual sea el tipo de  príncipe, éste  debe mantener el afecto del pueblo y no oprimirlo, ya que en tiempos críticos, pocos ciudadanos son cien por cuento  fieles y dispuestos a dar todo por su príncipe. Sobre dichos tiempos críticos, Maquiavelo Fortificar la ciudad, tener provisiones hasta para un año, infundir el ánimo de la gente, para que en un sitio, la fidelidad dela gente y buena disposición se mantenga.

En los siguientes capítulos, Maquiavelo hace referencia a los conocimientos y habilidades que todo buen príncipe debe poseer, menciona que los príncipes deben tener conocimientos militares, controlar a las tropas, desconfiar de los mercenarios. Sólo los príncipes que tienen ejércitos propios y no mercenarios hacen progresos. Y, sobre todo, el príncipe debe dominar el arte de la guerra.

Acerca de la moral, y las virtudes, Maquiavelo asegura  príncipe puede desear ser bueno y virtuoso, pero debe saber cuándo no serlo. También que los príncipes deben evitar la infamia de los vicios, pero no hay que temer incurrir en ellos si se trata de preservar el estado, ya que la bondad y la misericordia pueden llevar a la ruina. El autor reitera que cualidades morales como éstas, y  la fidelidad y religiosidad,  no se pueden tener a plenitud.

Más tarde, se habla sobre la importancia que tiene la reputación y la apariencia de un príncipe ante su pueblo. El autor afirma que no hay que temer tener la fama de avaro, es preferible no ser liberal a tener el odio del pueblo, ya que ser generoso trae consigo mayores impuestos y no es rentable.  Maquiavelo también dice que es mejor ser temido, antes que amado, si hay que prescindir de alguno, y que además todo príncipe debe de ser temido por clemente y no por cruel. Pero no debe temer a la infamia de la crueldad, ya que con algunos ejemplos de crueldad, cuando deba mostrar clemencia, será entonces mucho más clemente ante los ojos del pueblo. La crueldad es la que permite mantener a un ejército unido.